Lo raro y lo espeluznante – Mark Fisher

Last Updated on: 19th abril 2020, 06:29 am
Acaso una lectura para estos días extraños: Lo raro y lo espeluznante son una serie de ensayos del crítico británico Mark Fisher, quien en la primera década del 2000 se dio a conocer por su blog K-Punk, pionero en el análisis de la contracultura anglosajona. En este libro, Fisher se detiene a analizar dos temas que nos seducen al mismo tiempo que nos repelen: la idea de lo raro junto a lo espeluznante. En la introducción, por ejemplo, Fisher escribe:
Hay algo que comparten lo raro, lo espeluznante y lo unheimlich [ya antes había comentado este concepto freudiano, calificado en términos amplios como lo “ominoso”]: Son sensaciones, pero también modos: modos cinematográficos y narrativos, modos de percepción y, al fin y al cabo, se podría llegar a decir que son modos de ser.
Mientras que lo raro Fisher lo define como aquello que no encaja, «que no debería estar ahí», lo espeluznante trata sobre «una falta de ausencia o una falta de presencia», un suceso debido a un agente externo, ausente o inmaterial [“¿qué clase de cosa fue la que emitió un grito tan espeluznante?”]. Para ejemplificar estos conceptos, Fisher recorre diversos hitos culturales anglosajones: con lo raro, por ejemplo, el autor comienza con Lovecraft, de quien apunta que es la fascinación (y no el terror) «lo que arrastra a sus personajes a la disolución».
Aunque se lo suele clasificar como autor de terror, la obra de Lovecraft no suele provocar miedo. Cuando Lovecraft plantea sus motivaciones como escritor en su breve ensayo Notes on Writing Weird Fiction, no menciona el terror de manera directa. En cambio, sí que nos habla de “impresiones vagas, escurridizas y fragmentarias de lo maravilloso, de la belleza y la audaz expectación”. El hincapié en el terror, sigue diciendo Lovecraft, es consecuencia del encuentro de las historias con lo desconocido. Atendiéndonos a esto, lo que es realmente fundamental en la manera de Lovecraft de plasmar lo raro no es el terror, sino la fascinación.
En esta misma categoría Fisher comenta sobre la banda de punk The Fall, la obra de ciencia ficción de Tim Powers y Rainer Werner Fassbinder (director de cine), entre otros.
Vale la pena el ensayo sobre David Lynch, en el que Fisher establece parte de su obra como el resultado de una oposición entre la realidad idealizada y los mundos subterráneos u ocultos del inconsciente. Este choque se refleja en esta escena de Lost Highway, donde se asume que el hombre misterioso es tan solo una representación del inconsciente del protagonista:
Sobre lo espeluznante, Fisher escribe:
La sensación de lo espeluznante es muy diferente a la de lo raro. La manera más sencilla de comprenderla es pensando en la oposición (con una gran carga metafísica) entre presencia y ausencia. Como hemos visto, lo raro se constituye por una presencia –la presencia de lo que no encaja— (…), mientras que lo espeluznante se constituye por una falta de ausencia o por una falta de presencia. La sensación de lo espeluznante surge si hay una presencia cuando no debería haber nada, o si no hay presencia cuando debería haber algo.
Esta sección de ensayos recorre un número similar de referencias entre el cine, la literatura y la música, aunque pecan de centrarse principalmente en la cultura anglosajona. El cuarto ensayo, por ejemplo, se centra en el trabajo de Nigel Kneale:
Lo que es más característico de las mejores obras de Kneale es la sensación de lo espeluznante. (…) La jugada típica de Kneale es darle una vuelta de tuerca científica a lo que antes se había considerado sobrenatural. Lo que en un registro puede entenderse como un “demonio”, aparece en otro registro como un tipo particular de agente material. Cierto es que Kneale está de acuerdo con que la ciencia, desde la Ilustración, haya sostenido que no hay sustancia espiritual, pero también cree que el mundo material en el que vivimos es mucho más ajeno y extraño de lo que nos habíamos imaginado.
“Lo brillante del guion de Kneale”, continúa Fisher, “es que los marcianos resultan no ser alienígenas, en el sentido de ser diferentes a nosotros. Huyendo de la destrucción de su propio planeta, los marcianos se habían cruzado hacía cinco millones de años con homínidos protohumanos para perpetuar su especie”. El giro a lo espeluznante es que esa falta de presencia cobra vida, en Quatermass and the pit, en todos nosotros.
Para concluir, vale la pena mencionar que Lo raro y lo espeluznante es el tercer y último libro del autor: tras publicarlo, Fisher se quitaría la vida tras una larga batalla contra la depresión.