Magritte: sus citas

Last Updated on: 2nd marzo 2019, 01:13 am
En 2013 fui a Bruselas y visité el museo de Magritte —de esa vida ya no queda nada: la destruí por un simple capricho, una tontería, un arrebato. De esto, sin embargo, no trata el post. En el museo hay una serie de textos que acompañan las obras. Si bien las citas están sacadas fuera de contexto, me sorprendió su naturaleza de aforismo, esto es, lo bien que funcionaban como universos contenidos.
El folleto que recuperé con estos textos ha viajado conmigo por cinco años a través de tres continentes —había, en él, una cita que quería conservar conmigo. Ésta, como tantas otras cosas, en algún momento se perderá. Lo mejor es que perdure aquí, en este vertedero que es el Internet.
Las fotos son de ese viaje de 2013.
1989 – 1929
…”según mi doctrina”, está prohibido (bajo pena de imbecilidad) preveer algo. Lo que haría en cualquier ámbito es imprevisible tanto como la aparición de una imagen poética real.
Odio mi pasado y el de los demás. Odio la resignación, la paciencia, el heroísmo profesional y cualquier sensiblería forzosa. También odio las artes decorativas, el folklore, la publicidad, la voz de los locutores, el aerodinamismo, los boy scouts, el olor de la nafta, la actualidad y la gente borracha. Me gustan el humor subversivo, las pecas, las rodillas, el pelo largo de mujer, las risas de los niños en libertad, una jovencita corriendo por la calle. Deseo el amor que vive, lo imposible y lo quimérico. Temo conocer mis límites con precisión.
El progreso es una idea descabellada.
El arte llamado no figurativo no significa más que la escuela que no enseña, la cocina que no alimenta, etc.
No hay elección: no hay arte sin vida.
…todo ese universo misterioso es frío. No siento calor en el vacío del más allá. Por cierto, lo insensible es lo que intento transformar en materia. Y ese insensible no puede ser más que frío.
De Chirico fue el primer pintor en pensar hacer hablar a la pintura de algo que no fuera pintura.
El Surrealismo es el conocimiento inmediato de lo real.
Ser Surrealista es desterrar del pensamiento lo “ya visto” y buscar “lo todavía no visto”.
No he tenido una idea, sólo he pensado en una imagen.
El mundo, y su misterio, jamás se rehace, no es un modelo que baste con copiarse.
El objeto de la poesía sería un conocimiento de los secretos del universo que nos permitiría actuar sobre los elementos.
La poesía es una pipa.
1930 – 1950
Todo en mis obras viene de la impresión de certeza de que formamos parte, de hecho, de un universo enigmático.
El arte de pintar es un arte de pensar, cuya existencia subraya la importancia del papel desempeñado en la vida por los ojos del cuerpo humano; siendo efectivamente el sentido de la vista el único interesado por un cuadro.
…me esfuerzo en no ser nunca convencional cuando pinto y, en la medida de lo posible, cuando no pinto, parece que interpreto un papel determinado, pintar, por ejemplo, o vivir en una casa, o comer a horas establecidas por la razón, etc.
El término “composición” supone una “descomposición” probable en forma de análisis, por ejemplo. En la medida en que mis cuadros son válidos, no se prestan al análisis.
La poesía escrita es invisible, la poesía pintada tiene una apariencia visible.
Todo lo que se ofrece ante nuestros ojos en este lienzo posee en extremo el carácter de gracia natural.
Lo entiendo así, ese momento de lucidez que ningún método puede hacer que aparezca.
El valor real del arte viene en función de su poder de revelación liberadora.
Pinto el más allá, muerto o vivo. El más allá de mis ideas mediante imágenes.
Sin el impresionismo no se conocería, creo, esa sensación de cosa real que percibe colores, matices, y que se ha liberado de cualquier tipo de evocación clásica. Al público nunca le han gustado los impresionistas. Pese a las apariencias, sigue contemplando esos cuadros con un ojo sometido al análisis del cerebro –sino habría que admitir que cunde la libertad.
No hay que temer la luz del sol con el pretexto de que casi siempre ha servido sólo para iluminar un mundo miserable.
Tras haber pintado de 1926 a 1940 cuadros en los que dominaba el color austero y liso, a constinuación M. ha pretendido hacer pasar una prueba decisiva a su pintura, ya que no era necesario que el significado dependiera de su envoltorio: un reto demasiado importante estaba en juego.
La idea de progreso está unida a la creencia de que nos acercamos al bien absoluto, lo cual permite a mucho mal actual manifestarse.
Justificar la actividad artística es, para el pintor comunista, realizar cuadros que sean un lujo de pensamiento… querer excluir sistemáticamente ese lujo del mundo socialista sería aceptar una organización de la mediocridad culpable y sórdida, al menos a nivel del pensamiento.
Todo lo que sé de la esperanza que pongo en el amor es que sólo a una mujer corresponde el darle realidad.
La gran fuerza de defensa, es el amor que aventura a los amantes hacía un mundo encantado hecho exactamente a su medida y defendido admirablemente por el aislamiento.
La rebelión es un reflejo del hombre vivo.
La libertad es la posibilidad de ser y no la obligación de ser.
La concepción de la pintura que tengo se ciñe estrictamente a yuxtaponer colores de manera que su aspecto efectivo se borre haciendo que aparezca una imagen a la que llamo poética, y que responde al interés natural que tenemos por lo desconocido.
La serie en la que se ven ojos y bocas engastadas de perlas enriquece nuestra mente con un nuevo concepto que obliga a la razón a alejar sus límites.
…la pintura me aburre como todo. Desafortunadamente, la pintura forma parte de esas actividades, se engloba en esa serie de actividades que no me parecen casi cambiar nada de la vida, se trata de los mismos hábitos que vuelven una y otra vez.
Mi único deseo es enriquecerme con nuevos y estimulantes pensamientos.
1951 – 1967
Resulta difícil pensar sin pensar en nada.
He fisto el museo de los Uffizi en Florencia. No está mal, sin embargo está mejor en tarjeta postal.
No me gusta el dinero ni por sí mismo, ni por lo que procura, al no desear nada de lo que se conoce.