Agenda del Suicidio – Pablo Raphael

Last Updated on: 21st diciembre 2017, 05:45 pm
¿Por qué se suicida un escritor?
Esa es la pregunta a la que intenta responder, a través de una arriesgada y sutil exploración de los dilemas personales, la Agenda del suicidio, el primer libro de cuentos del escritor mexicano Pablo Raphael. Desde Virginia Woolf y Yukio Mishima, hasta Sylvia Plath, Ernest Hemingway, Stefan Zweig o Walter Benjamin, este libro traza una serie de versiones imaginarias de la senda suicida en literatura.
Mariana H: Entrevista a Pablo Raphael
11 cuentos, uno de ellos incluido en este otro libro, que versan sobre el suicidio (la exploración del tema no significa desentrañar sus razones) en el mundo del escritor. A esta hora el agua, por ejemplo, es un excelente relato del curso que lleva el cuerpo de Virginia Woolf en el río que la vio morir. Diría Camus que la pregunta fundamental de la filosofía es saber si la vida vale la pena ser vivida o no. Para los personajes de Agenda del Suicidio, la respuesta es un no rotundo, alentado tal vez por el absurdo que se levanta inexorable ante los días.
Nota curiosa: dos cuentos dedicados al drama de Ted Hughes y Sylvia Plath.
Por lo demás, este libro me hace pensar en la frase que dice que la patria del artista es su infancia. En otras palabras, el libro parece huérfano a momentos, donde la vida de los escritores arriba mencionados no son sino pretextos para edificar alrededor de ellos ficciones lindas, pero sin mayor fondo. El suicidio parece funcionar de excusa ante un acto limitado para tejer situaciones y personajes más sólidos. Ficción en la no-ficción.
Agenda del suicidio es un libro disfrutable, sin duda, aunque no es una joya del relato.
Los escritores se suicidan por muy diversos motivos, obviamente, pero uno importante de ellos es el de darle demasiadas vueltas a la cabeza, ese rumiar del pensamiento, y eso no es saludable.
Tampoco es lo mismo cuando los suicidas son jovenes que cuando ya son bastante viejos, creo que es una realidad muy distinta, en general.
Es verdad