Los cuentos de ‘El cuento’ – Edmundo Valadés

Last Updated on: 3rd febrero 2022, 10:27 pm
El Cuento. Revista de Imaginación fue una publicación dirigida por Edmundo Valadés y Horacio Quiñones enfocada en el cuento corto. Fundada en 1964 y publicada hasta 1999, la revista llegó a publicar hasta 140 números de lo mejor de la cuentística mundial. En 1981, dispuesto a crear una antología de lo que, en su momento, fuera ya una antología, Edmundo Valadés decide seleccionar para la Universidad Nacional Autónoma de méxico (1981) 27 cuentos para un libro corto bajo la siguiente premisa:
Opté de preferencia por aquellos que mi intuición o mi experiencia, si no mi propia reacción espontánea, me indicaban que su trama y su desenlace provocarían un impacto íntimo en la imaginación o sensibilidad de quien los leyera. Es decir, tendí a elegir, en lo posible, aquellos que el cuentista armó con un dispositivo que hiciera estallar la sonrisa agradecida, la fantasía incalculada, la recreación sorpresiva o inesperada de la realidad; que produjera la revelación, fulminante o prodigiosa, de incidentes que nos ocurren o que ocurren a nuestro alrededor y que no habíamos sabido ver o captar.
¿Qué es lo que hace a un cuento un buen cuento? Dice Valadés:
No dudo de que los cuentos tienen sus leyes, pero no dejan de ser secretas. Leyes que al fin impone o descubre el mismo narrador. Por eso la dificultad de convertirlas en normas preestablecidas.
Ricardo Piglia, en su tesis sobre el cuento, explica que en el cuento clásico el escritor narra en primer plano la anécdota y construye en secreto la elipsis. “El arte del cuentista consiste en saber cifrar la historia 2 en los intersticios de la historia 1. Un relato visible esconde un relato secreto, narrado de un modo elíptico y fragmentario. El efecto de sorpresa se produce cuando el final de la historia secreta aparece en la superficie.” Existe, también, otra variante: “la noción de espera y de tensión hacia el final secreto (y único) de un relato breve”, pero que desemboca en un final abierto –sin knock-out, como pidiera Cortázar. Estos dos polos, que resume muy bien Piglia en su texto de 1986, parecieran ser la brújula bajo la cual Edmundo Valadés escogiera esta pequeña antología entre más de diez mil textos que había publicado hasta ese momento. Tal vez lo breve del prólogo evitó generar una explicación más satisfactoria de los criterios que forjan un buen cuento. En todo caso, queda claro que la labor fue un ejercicio personal:
En mucho, dejé las decisiones a la memoria: que afloraran los que prestamente retrotraían el recuerdo de su sorpresa, de su gracia, de su drama o su composición para mí admirable. Sin duda, un poco inconscientemente, en ciertos casos también emergieron nombres antes que textos. Los nombres de cuentistas favoritos. Hubo que ayudar a la memoria, al advertir olvidos flagrantes o inexplicables.
Hay textos que se omiten, ya sea por extensión, o por que son –o eran– demasiado conocidos en aquel entonces. En todo caso, el libro es un testimonio de la labor que por más de tres décadas realizara Valadés. Decía Borges que “quien lee un cuento sabe o espera leer algo que lo distraiga de su vida cotidiana, que lo haga entrar en un mundo ligeramente distinto del mundo de las experiencias comunes”. Valadés propone aquí eso: los recovecos de la cotidianidad, de lo fantástico, de lo poético, de lo risible o lo patético. En todo caso, he recopilado el índice de dicho libro en este blog, como una manera de recuperar esos afectos de Valadés, ahora lejanos. La mayoría, salvo el 17, 19 y 23, son links. Sírvanse a leerlos:
- William Saroyan: Estimada Greta Garbo (inglés)
- José Revueltas: El sino del escorpión
- Villiers de L'Isle-Adam: La esperanza
- Julio Cortázar: Tu más profunda piel
- Han-Yu: Exhortación a los cocodrilos
- Cary Kerner: Olaff oye a Rachmaninoff
- Jorge Luis Borges: Episodio del enemigo
- Ambroce Bierce: Salto peligroso
- Anton Chejov: El enemigo
- Ray Bradbury: El dragón
- Juan Emar: El hotel Mac Quice
- Waldo Frank: Una piedra para dormir
- Karel Capek: Sobre los diez justos
- Adela Fernández: La jaula de la tía Enedina
- Guy de Maupassant: Condecorado
- Héctor Sandro: Modificación de último momento
- Joseph H. Cole: De nieve a lodo
- Jeno Heltai: Academia Berlitz
- Pedro Bovi-Guerra: Transcripción fidedigna de un manuscrito encontrado en un zafocón
- Lygia Fagundes Telles: Herbarium
- Fredric Brown: Sorpresa
- Italo Calvino: La espiral
- Eduardo González Viaña: Vuelas en redondo, ángel de mi guarda
- David H. Keller: Un marido afortunado
- Flannery O'Connor: Las dulzuras del hogar
- Anatole France: La lección bien aprendida
- Mark Twain: Cómo llegué a director de un periódico de agricultura
En un apunte interesante, Alfonso Pedraza continúa con la antología de Valadés en su blog personal.
excelente pagina, muchas gracia.
saludos
El Cuento publico en 1998 a un autor proscrito politicamente poe el Estado me refiero al de los cuentos Mundos Feriados (Cyberpunk) y Ventasnas al Infinito (fantastico) llamado Ricardo J. T. De La vega
Tienen algún dato de quién es y qué más hizo Joseph H. Cole? Al final de cada cuento viene una pequeña reseña de cada autor y cuento, la de él termina con “no pudimos obtener datos sobre el autor”. Pensé que sería fácil ahora que existe el internet, pero la mayoría de las búsquedas arrojan la dirección de un centro deportivo o algo así. Sería interesante saber quién fue. ¡Saludos!
Es verdad, ¿y si fue un pseudónimo? Encontré el cuento acá: //cuentoconustedes.blogspot.com/2016/04/de-nieve-lodo.html