Pulpo en su tinta y otras formas de morir – Will Rodriguez

Last Updated on: 21st diciembre 2017, 05:55 pm

Libro de relatos de Will Rodriguez  por parte de Ficticia Editorial, cuentos cortos y otros muy cortos, en total 28 títulos en un libro de 98 páginas, lo que da una buena idea de la extensión de los relatos por parte de este autor, oriundo de Yucatán.

Definitivamente mejor que la lectura anterior, siento que tengo este defecto de aferrarme a cualquier libro que cae en mis manos. Siendo así, uno no debería quejarse, y en este caso, la lectura no es mala, aunque bastante plana en su mayoría. Los cuentos que abren, Atasta y Visitas, me agradaron, el libro en general es una lectura ligera que te lleva bien a lugares seguros, sin exigir más del lector que su atención ante una lectura amena. Otros cuentos, como Reynalda y la diosa de ébano, cae en dos extremos de la puta (ambos como clichés), quienes mueren al encontrarse (tal vez ante esta idea de que la misma materia no puede existir dos veces en el mismo espacio).

Panteón San Rafael, por su parte, escapa del punto anterior al utilizar un final inesperado, mientras que Felis Bernandesii, Panthera Onca y Dr John son, a mi gusto, los mejores cuentos del libro.

La muerte, como eje rector, aderezada de leyendas que nos serán comunes (a los mexicanos, no creo que haya algún lector latinoamericano perdido por ahí) y de guiños a notas periodísticas. Algo a notar en las obras de escritores nóveles, es el hecho de que muchas veces los cuentos entre sí no guardan ninguna relación entre sí, y oscilan entre diversos géneros (del realismo sucio a la ciencia ficción, por ejemplo), lo que pierde al lector en los puntos de convergencia entre los cuentos.

Para más información del libro, encontré dos links que pueden servir (ya que dicen más de lo que yo podría poner en este blog):

• “Pulpo en su tinta” para gays y… otras formas de morir
• Pulpo en su tinta, cuentos de Will Rodriguez

Cómprelo y apoye la literatura nacional, confío en que de la Biblioteca de Cuento Contemporáneo surjan los próximos Carver o Bolaño.

Confesión: llevé un cuento al taller de Felipe. Lo hicieron mierda, pienso, con derecho y razón. Ya me tocaba a mí también. Mejor así.